jueves, 29 de enero de 2015

Tsipras presenta su gobierno de "salvación social" entre dudas de cómo se financiará

El Gobierno griego anuncia que mantendrá una reunión informativa diaria con la prensa

Alexis Tsipras ha empezado su gobierno de forma frenética. No han pasado ni 72 horas desde unas elecciones en las que los griegos provocaron un terremoto político y ya hay nuevo gobierno, unos ministros manos a la obra y una batería de medidas concretas sobre la mesa.

Algo inédito en una Grecia en la que durante muchos años se han hecho las cosas a "ritmo mediterráneo"; y quizá por eso un partido como Syriza haya llegado al poder, capitalizando el hartazgo de una Grecia cansada de la corrupción y del desgobierno de su país.

Esta mañana el nuevo Ejecutivo de Tsipras ha reunido por primera vez a sus ministros, después de un día de cruce de declaraciones -respetuosas pero claras- entre Grecia y la Unión Europea.

En Atenas impera la tesis de que Grecia no puede pagar, y quiere que en Bruselas se hagan a la idea. Respeto por los tratados sí, pero no a los acuerdos alcanzados por el anterior gobierno, dice un Tsipras que con sus decisiones podría abrir la caja de los truenos comunitaria.

Mientras, desde Bruselas y Frankfurt muestran respeto por el nuevo gobierno de Tsipras pero le recuerdan sin ambages que Grecia seguirá necesitando financiación, y que la única forma de lograrlo es garantizando lo pactado hasta la fecha. Si no, ni un sólo euro más. Y va en serio; después de todo, países como España ya se han gastado con el país heleno cifras astronómicas que igualan a las prestaciones por desempleo... durante un año entero.

El primero en hacer declaraciones de alto voltaje fue el ministro de Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energía, Panayiotis Lafazanis, que este miércoles anunció que su gobierno paralizará "inmediatamente" todo proceso de privatización de las eléctricas. Este era un punto clave, en sintonía con la promesa electoral de ofrecer electricidad gratuita a los más pobres. Según anunció, 300.000 hogares se beneficiarán de la nueva medida.

La ola privatizadora no sólo alcanzará a este sector. También a otros donde se estén planificando o ejecutando privatizaciones que vayan en contra de objetivos sociales, en clara alusión a puertos y aeropuertos. Pero sin concretar más, abriendo un cajón de sastre donde entran muchas cosas.

Fue el propio Tsipras quien, poco después, ahondó en este espíritu del que quiere revestir a su ejecutivo, en el que 'social' se apunta como el concepto clave y el tamiz por el cual pasarán todas las decisiones del nuevo gobierno. Así, el salario mínimo se incrementará en 125 euros, pasando de 586 a 751.

El nuevo primer ministro calificó a su ejecutivo de "gobierno de salvación social", y afirmó con claridad que una de sus grandes prioridades del nuevo Gobierno será renegociar la deuda. Y además de pelear para que Grecia no pague a los acreedores, luchará contra la corrupción y la evasión fiscal, ayudará a las pymes y combatirá el desempleo.

"Tenemos un plan griego para hacer reformas sin incurrir en déficit, pero sin superávit primarios asfixiantes", dijo.

En su discurso de apertura de la sesión con los ministros, afirmó que aspira a "acabar con el clientelismo político y la corrupción" y aplicar las "reformas que no se han podido hacer durante 40 años".

"Estamos aquí para acabar con el clientelismo político y con la corrupción y para poner fin al Estado que funcionaba contra los intereses de la sociedad", dijo, para recalcar que la lucha contra la evasión fiscal será de máxima prioridad.

Además, buscará "el reinicio de la economía", ayudará a "las pequeñas empresas que están en riesgo de bancarrota" y fomentará una "política para reducir el desempleo". Tarea complicada, en un país que tiene la mayor tasa de paro de toda la Unión Europea.

"Este Gobierno es el primero de una nueva era. No tenemos derecho a cometer errores", afirmó, y añadió que su Ejecutivo tiene que devolver a los ciudadanos "la sensación de seguridad y de dignidad".

"No debemos olvidar que las expectativas del pueblo son muchas. No nos piden cambiarlo todo inmediatamente, pero nos piden trabajar sin respiro", subrayó. Y dará cuentas a diario ante la prensa de la actividad de su gobierno.

Y no sólo tiene Tsipras recetas para Grecia; también para Europa. En este sentido, el líder izquierdista afirmó que "Grecia está lista para contribuir a una solución para toda Europa", y celebró que para mañana mismo está prevista la visita del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y el viernes la del el Eurogrupo, Jeroen Djisselbloem. "Las negociaciones con ellos serán muy útiles", aseguró.

Poco a poco los ministros de Tsipras van concretando unas medidas de corte social que suenan bien... pero que nadie sabe cómo se van a pagar. No es suficiente decir que será gracias al dinero de la deuda y los intereses. Sobre todo cuando las medidas que propone supondrán un fuerte repunte del gasto público.

Otro de los que habló este miércoles fue el viceministro de Sanidad, Andreas Xanthos, quien afirmó que el gobierno dará acceso a todos los griegos al sistema público de salud. Una noticia importante para un país en el que 3 de cada 10 ciudadanos estaban excluidos del sistema público de salud por estar en el paro durante más de un año o tener deudas con la Seguridad Social en un periodo superior a doce meses.

Y no sólo eso; eliminarán los impuestos relacionados con la atención hospitalaria y las medicinas. Así, en adelante los griegos no tendrán que pagar cinco euros cada vez que acuden al hospital, ni tampoco el euro que tenían que pagar por comprar cada receta médica.

Xanthos busca así cumplir con su compromiso electoral, para lo cual aplicará "medidas inmediatas de socorro" que enfrenten "con urgencia la pobreza sanitaria" y garanticen el "acceso universal y sin excepciones de todos los ciudadanos sin seguro médico".

Y, en previsión de que haya más pacientes, y para atender la falta de recursos humanos que entienden que existe en el sistema, dan a entender que contratarán a más gente.

Los cambios también afectarán a la Seguridad Social. En este sentido, Xanthos destacó que es necesaria "una reorganización radical de la Seguridad Social, con la eliminación de la política de partidos, el amiguismo, la demanda artificial, el despilfarro y la corrupción" y apostó por restablecer "la ética social en los servicios de salud pública".


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